El silencio se hacía eterno,
el olor de su piel despertó... mis sentidos.
Embriagada de él, agudicé mi oído,
sentí sus pasos, lentos, seguros... tras de mí.
Mi piel se erizó al notar,
sus manos sobre mi rostro,
recorrió como un caballo de fuego... todo mi ser.
Mi cuerpo aclamaba toda expuesta.
El roce de sus manos... calmaba mi sed.
Sus labios, tesoro prohibido,
no podía saborearlos, los míos... Siempre a su merced.
Mi mente divagaba entre la incertidumbre,
imaginando qué iba a pasar.
Zaaassss... El azote recibido,
me hizo volver en mí... Mmmmm delicioso.
Atada, amordazada, humillada... le pertenecía entera.
Como perra en celo... gemía.
Llamaba su atención... seguía ausente.
El estar a sus deseos, me enardecía.
Mi sexo humectante, cobraba vida.
Ansioso de ser profanado, usado, castigado.
Pero seguía a mi lado sin tocarme.
Mi mente, percibía nuevas sensaciones.
Oírle, olerle, sentirle, pero vedado el verle y tocarle.
El silencio era tan sosegado,
que oía perfectamente
como exhalaba su cigarrillo... serenamente.
Mi nerviosismo estaba en alza.
Allí desnuda ante él.
Sentí el suave roce del flogger por mis senos.
En un segundo, me recorrió un escalofrío.
Un grito mudo se ahogó en mi interior.
El silbido del látigo me hizo estremecer.
Tiró de mi cabello muy fuerte hacía atrás,
arqueando mi cuerpo y exponiéndolo a sus deseos.
Mi sexo era puro volcán.
La lava corría por mis muslos,
arrasando su boca,
llenándole su paladar de mi esencia.
Néctar que ansía deleitar
y con perversidad provoca.
Su lengua saborea mis labios,
hurga en mi interior,
presiona mi clítoris hinchado
y gimo, gimo enloquecida de placer,
espasmos recorren mi cuerpo,
un inmenso orgasmo me ha invadido,
pero no deseo que pare, mi Amo.
Siga hurgando profundo en mí.
Llegue hasta mis entrañas.
Haga que éste caballo de fuego,
recorra mis venas con la furia del deseo.
Sea perverso conmigo, úseme,
castígueme con su instinto animal.
Lo deseo, se lo ruego,
deje su lujuria marcada en mi piel.
Haga de mí su esclava, su perra, su puta.
Recree en mí, toda su perversidad.
Ate mi cuerpo, niégueme mis sentidos.
Lléveme a su infierno,
quémeme con la pasión de su hoguera
y
nunca deje de existir.
Pues mi vida le pertenece
y sin la suya... no se vivir.
Creado por irishada irishada @}-,--
